Cuando generalmente hablamos de la liga nicoleña de fútbol, ya sea entre amigos, entre periodistas o con algún dirigente, todos mas o menos coincidimos en que el nivel de juego es al menos aceptable, conociendo el hecho de que los jugadores trabajan, estudian o llevan su vida enmarcada en otro ámbito y que el fútbol todos lo tienen en un segundo plano.
Ahora, cuando tocamos el tema de los árbitros, es imposible caer en la conclusión de que el nivel es pobrísimo. Ellos también trabajan y dejan el referato en un segundo plano de sus vidas, pero: ¿Es justo que su falta de compromiso y su escasa capacidad técnica arruinen el esfuerzo de un grupo de jugadores?.
Lo que sucedió (y en dos oportunidades en los últimos cinco meses) en el fútbol nicoleño, es realmente algo visto en contadas ocasiones en la historia del deporte mas lindo del mundo. Que un equipo convierta un gol y luego de que el juez de línea lo haya convalidado, decida anularlo porque se dio cuenta de un supuesto off side cuando llegó a la mitad de cancha, es algo que no hace mas que dudar y mucho de la honestidad de los jueces locales.
Sin olvidar esos hechos inexplicables, porque ninguno de los dos líneas aclararon lo sucedido, se toma el ejemplo de General Rojo, quien fue claramente perjudicado en tres de los últimos cuatro partidos que disputó. Un penal que no fue frente a Belgrano, dos rojas injustas frente a Los Andes y un off side no sancionado, que término en una tarjeta roja en el empate en uno con Del Acuerdo.
Estas dos últimas jugadas, estuvieron a cargo de Germán Pedrazzoli, según la liga, ¡El mejor árbitro del año pasado!, lo cual explicaría el pobre nivel del arbitraje, porque si así se equivoca el mejor, el resto esta salvado.
Pero lamentablemente, los seguidores del fútbol local debemos acostumbrarnos a esto, porque desde la sede de calle Juan B. Justo no parecen buscar alguna solución al tema, pareciera que a ellos, esto les resulta normal. Aunque es probable que para que el fútbol de San Nicolás de un salto de calidad, esto resulte necesario.
Todos queremos que se vean mejores espectáculos y sin hechos de violencia, pero (y no se justifica a la violencia en las canchas bajo ningún punto de vista), sumado a que mucha gente usualmente utiliza al fútbol para descargarse y va a la cancha a insultar, algún día va a terminar mal.
Uno entiende que los árbitros son humanos, pero hay ocasiones en las que se equivocan mucho y eso, hace pensar mal. Ojalá Oahkim y su gente le encuentre una solución.
Ahora, cuando tocamos el tema de los árbitros, es imposible caer en la conclusión de que el nivel es pobrísimo. Ellos también trabajan y dejan el referato en un segundo plano de sus vidas, pero: ¿Es justo que su falta de compromiso y su escasa capacidad técnica arruinen el esfuerzo de un grupo de jugadores?.
Lo que sucedió (y en dos oportunidades en los últimos cinco meses) en el fútbol nicoleño, es realmente algo visto en contadas ocasiones en la historia del deporte mas lindo del mundo. Que un equipo convierta un gol y luego de que el juez de línea lo haya convalidado, decida anularlo porque se dio cuenta de un supuesto off side cuando llegó a la mitad de cancha, es algo que no hace mas que dudar y mucho de la honestidad de los jueces locales.
Sin olvidar esos hechos inexplicables, porque ninguno de los dos líneas aclararon lo sucedido, se toma el ejemplo de General Rojo, quien fue claramente perjudicado en tres de los últimos cuatro partidos que disputó. Un penal que no fue frente a Belgrano, dos rojas injustas frente a Los Andes y un off side no sancionado, que término en una tarjeta roja en el empate en uno con Del Acuerdo.
Estas dos últimas jugadas, estuvieron a cargo de Germán Pedrazzoli, según la liga, ¡El mejor árbitro del año pasado!, lo cual explicaría el pobre nivel del arbitraje, porque si así se equivoca el mejor, el resto esta salvado.
Pero lamentablemente, los seguidores del fútbol local debemos acostumbrarnos a esto, porque desde la sede de calle Juan B. Justo no parecen buscar alguna solución al tema, pareciera que a ellos, esto les resulta normal. Aunque es probable que para que el fútbol de San Nicolás de un salto de calidad, esto resulte necesario.
Todos queremos que se vean mejores espectáculos y sin hechos de violencia, pero (y no se justifica a la violencia en las canchas bajo ningún punto de vista), sumado a que mucha gente usualmente utiliza al fútbol para descargarse y va a la cancha a insultar, algún día va a terminar mal.
Uno entiende que los árbitros son humanos, pero hay ocasiones en las que se equivocan mucho y eso, hace pensar mal. Ojalá Oahkim y su gente le encuentre una solución.
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