Mate de por medio, siempre con una pizca de humor, casi una charla informal. Este es Gonzalo Miguel Herrera. Desde sus comienzos como delantero en el baby, hasta su presente como lateral izquierdo en el Chacarero. Sus momentos más felices, los más duros y los sueños. A continuación un viaje por la vida de, simplemente, el Tucu.
Inicios en el fútbol
Arranque a jugar en mi provincia, en el baby, para el club Rosarito, donde jugaba de 9, era goleador y tiraba magia…jejeje. Aproximadamente estuve ahí hasta los ocho años. Después pase a jugar al club de mi barrio, 20 de junio, ya en cancha grande y como volante por izquierda o como volante central, pero siempre pasando al ataque, porque ya venía acostumbrado a jugar así.
Mientras estaba en ese club, me vio alguien de otro barrio, Alberdi (sinónimo de Atlético Tucumán) y me tentaron para ir a hacer las inferiores ahí. Terminé aceptando y me fui a Alberdi. Luego de un año y medio ahí, pase a Atlético.
Costó ir a Atlético, pero esto es así, para mi el fútbol es una pasión. Yo soy fanático de San Martín y mi familia también lo es, por lo que en un principio no les convencía mucho que fuese a jugar a Atlético, pero luego terminaron aceptando. Fue algo lindo el paso por ahí, porque mientras yo jugaba en la primera local, la institución estaba en el Nacional B.
Arranque a jugar en mi provincia, en el baby, para el club Rosarito, donde jugaba de 9, era goleador y tiraba magia…jejeje. Aproximadamente estuve ahí hasta los ocho años. Después pase a jugar al club de mi barrio, 20 de junio, ya en cancha grande y como volante por izquierda o como volante central, pero siempre pasando al ataque, porque ya venía acostumbrado a jugar así.
Mientras estaba en ese club, me vio alguien de otro barrio, Alberdi (sinónimo de Atlético Tucumán) y me tentaron para ir a hacer las inferiores ahí. Terminé aceptando y me fui a Alberdi. Luego de un año y medio ahí, pase a Atlético.
Costó ir a Atlético, pero esto es así, para mi el fútbol es una pasión. Yo soy fanático de San Martín y mi familia también lo es, por lo que en un principio no les convencía mucho que fuese a jugar a Atlético, pero luego terminaron aceptando. Fue algo lindo el paso por ahí, porque mientras yo jugaba en la primera local, la institución estaba en el Nacional B.
El paso al fútbol grande
Atlético Tucumán, además fue el club que me hizo dar el salto al fútbol grande, porque mientras estaba ahí, cierto día fue a mi provincia gente de Chacarita, con Enrique Borrelli a la cabeza (Director General de las inferiores en ese momento, mas tarde fue técnico de la primera) y por suerte, entre aproximadamente 200 chicos, eligieron tres, entre los que estaba yo. Ya no como volante izquierdo, si no como marcador central. En Chacarita terminé de hacer todas las inferiores.
Atlético Tucumán, además fue el club que me hizo dar el salto al fútbol grande, porque mientras estaba ahí, cierto día fue a mi provincia gente de Chacarita, con Enrique Borrelli a la cabeza (Director General de las inferiores en ese momento, mas tarde fue técnico de la primera) y por suerte, entre aproximadamente 200 chicos, eligieron tres, entre los que estaba yo. Ya no como volante izquierdo, si no como marcador central. En Chacarita terminé de hacer todas las inferiores.
El drama de la lesión
Ya estaba en reserva (jugué cuatro partidos) practicando con la primera, hasta que en una practica de fútbol con los mas grandes, Roberto Tito Pompei mete un pelotazo al área buscando a Claudio Graf, a quien yo venía marcando, y el arquero, intentando cortar la pelota, sale y me choca a mi, impactando su rodilla en mis costillas. Eso me produjo la perforación de un baso sanguíneo del riñón, eso hizo que se me haga un hematoma. Por suerte fue abajo y no afecto al órgano. La cuestión es que estuve un año parado. La lesión me agarro en el mejor momento de mi carrera; estaba bien física y moralmente. Estaba hecho un avión, pero tuve la desgracia de lesionarme.
Inmediatamente, los dirigentes hablaron con mis padres y les dijeron que yo tenía para rato en el club, que no se preocuparan, que ellos me iban a bancar. Cuando me repuse y regresé, estuve alrededor de un año y los dirigentes de Chacarita se lavaron las manos. Me dijeron "Hasta acá llegaste pibe". Estaba practicando con mi categoría, la cuarta y me comunicaron que no iba a jugar más ahí.
Ya estaba en reserva (jugué cuatro partidos) practicando con la primera, hasta que en una practica de fútbol con los mas grandes, Roberto Tito Pompei mete un pelotazo al área buscando a Claudio Graf, a quien yo venía marcando, y el arquero, intentando cortar la pelota, sale y me choca a mi, impactando su rodilla en mis costillas. Eso me produjo la perforación de un baso sanguíneo del riñón, eso hizo que se me haga un hematoma. Por suerte fue abajo y no afecto al órgano. La cuestión es que estuve un año parado. La lesión me agarro en el mejor momento de mi carrera; estaba bien física y moralmente. Estaba hecho un avión, pero tuve la desgracia de lesionarme.
Inmediatamente, los dirigentes hablaron con mis padres y les dijeron que yo tenía para rato en el club, que no se preocuparan, que ellos me iban a bancar. Cuando me repuse y regresé, estuve alrededor de un año y los dirigentes de Chacarita se lavaron las manos. Me dijeron "Hasta acá llegaste pibe". Estaba practicando con mi categoría, la cuarta y me comunicaron que no iba a jugar más ahí.
Una nueva puerta: Quilmes
A pesar del bajón anímico que me produjo, traté de no bajar los brazos, de darle para adelante. Por suerte en la pensión de Chacarita conocía a un muchacho que trabajaba para Jorge Czysterpiler quien me consiguió una prueba en Quilmes, pero me tenía que arreglar por la mía, yo no tenía representante.
La cuestión es que fui a Quilmes, me fue todo bien, porque esa chance dependía de mí. Tenía que descocerla y ser mejor que los que estaban ahí y por suerte lo pude hacer. Quilmes, me dio lugar en la pensión, ahí conviví jugadores como Gabriel Peñalba, Alfredo González Bordón o Jorge Medina, tipos que después terminaron jugando en primera.
Pero a pesar de que con ellos estaba todo bien, en la pensión también vivían chicos de menor edad y de otras provincias que se dedicaban a robar. Así que hable con la dirigencia y me fui a vivir a San Antonio de Padua con una tía, lo que me llevo a hacer un esfuerzo terrible. Me levantaba a las cuatro de la mañana, tenía que tomarme el tren para que en Liniers me pasara a buscar Peñalba en auto, si el no podía, tenia siete estaciones mas hasta Once y después una hora mas en colectivo. Realmente un odisea.
Todo esto se daba porque seguía sin representante, la gente que se ocupaba de mi desde que llegué de Tucumán tenía convenios con Chacarita, al irme de ahí se me terminó el contrato con ellos. Yo en Quilmes no quedé libre ni nada de eso, me tuve que ir porque no tenía representante.
A pesar del bajón anímico que me produjo, traté de no bajar los brazos, de darle para adelante. Por suerte en la pensión de Chacarita conocía a un muchacho que trabajaba para Jorge Czysterpiler quien me consiguió una prueba en Quilmes, pero me tenía que arreglar por la mía, yo no tenía representante.
La cuestión es que fui a Quilmes, me fue todo bien, porque esa chance dependía de mí. Tenía que descocerla y ser mejor que los que estaban ahí y por suerte lo pude hacer. Quilmes, me dio lugar en la pensión, ahí conviví jugadores como Gabriel Peñalba, Alfredo González Bordón o Jorge Medina, tipos que después terminaron jugando en primera.
Pero a pesar de que con ellos estaba todo bien, en la pensión también vivían chicos de menor edad y de otras provincias que se dedicaban a robar. Así que hable con la dirigencia y me fui a vivir a San Antonio de Padua con una tía, lo que me llevo a hacer un esfuerzo terrible. Me levantaba a las cuatro de la mañana, tenía que tomarme el tren para que en Liniers me pasara a buscar Peñalba en auto, si el no podía, tenia siete estaciones mas hasta Once y después una hora mas en colectivo. Realmente un odisea.
Todo esto se daba porque seguía sin representante, la gente que se ocupaba de mi desde que llegué de Tucumán tenía convenios con Chacarita, al irme de ahí se me terminó el contrato con ellos. Yo en Quilmes no quedé libre ni nada de eso, me tuve que ir porque no tenía representante.
La llegada al Chacarero
Mientras buscaba alguien que me represente, un familiar me presentó a Oscar Ceriotti y el me propuso venir a jugar a General Rojo por lo que restaba del año (2004), que luego iba a tener la chance de jugar el Argentino B con La Emilia. Además de la posibilidad de sacar el pasaporte para poder realizar una prueba afuera. Así que ni lo dude y me vine.
Mi primer partido en Rojo fue, la verdad, para el olvido. Tuve la mala suerte de cometer un penal y después de que me expulsaran (la primera roja de mi carrera). Pero había practicado tres días y el domingo fui titular en un lugar que no había jugado nunca (lateral izquierdo).
Luego de que ganamos la liguilla con Rojo me fui a La Emilia, a jugar el Argentino B. Pero llegue a un plantel armado, que ya tenía una base y casi no pude jugar.
Mientras buscaba alguien que me represente, un familiar me presentó a Oscar Ceriotti y el me propuso venir a jugar a General Rojo por lo que restaba del año (2004), que luego iba a tener la chance de jugar el Argentino B con La Emilia. Además de la posibilidad de sacar el pasaporte para poder realizar una prueba afuera. Así que ni lo dude y me vine.
Mi primer partido en Rojo fue, la verdad, para el olvido. Tuve la mala suerte de cometer un penal y después de que me expulsaran (la primera roja de mi carrera). Pero había practicado tres días y el domingo fui titular en un lugar que no había jugado nunca (lateral izquierdo).
Luego de que ganamos la liguilla con Rojo me fui a La Emilia, a jugar el Argentino B. Pero llegue a un plantel armado, que ya tenía una base y casi no pude jugar.
La revancha del 2005
Tuvimos un campeonato bastante irregular, terminamos entrando a la Liguilla en la última fecha y después tuvimos que salir a ganarle a Regatas y a Defensores como visitantes. Por suerte lo pudimos hacer y llegar a la final. Justo contra Conesa.
Fue algo muy lindo hacer un gol en la final, por suerte se me dio. Yo venía jugando de lateral izquierdo, pero ese partido jugamos con tres atrás y yo jugué de volante. Una anécdota linda es que la noche anterior, en la concentración, Matías Rubiola, que estaba en la pieza conmigo, me dijo "Te tengo mucha fe para mañana, vas a hacer un gol de cabeza". Después de hacer el gol, me acuerdo que ni llegué a hacer dos pasos, me tiraron al piso y todos arriba. Pero si, se me cruzó la imagen de mi familia, además de mis compañeros. Y a Matías no se lo pude ni dedicar… jeje.
Tuvimos un campeonato bastante irregular, terminamos entrando a la Liguilla en la última fecha y después tuvimos que salir a ganarle a Regatas y a Defensores como visitantes. Por suerte lo pudimos hacer y llegar a la final. Justo contra Conesa.
Fue algo muy lindo hacer un gol en la final, por suerte se me dio. Yo venía jugando de lateral izquierdo, pero ese partido jugamos con tres atrás y yo jugué de volante. Una anécdota linda es que la noche anterior, en la concentración, Matías Rubiola, que estaba en la pieza conmigo, me dijo "Te tengo mucha fe para mañana, vas a hacer un gol de cabeza". Después de hacer el gol, me acuerdo que ni llegué a hacer dos pasos, me tiraron al piso y todos arriba. Pero si, se me cruzó la imagen de mi familia, además de mis compañeros. Y a Matías no se lo pude ni dedicar… jeje.
Actualidad
Este año estuve en jugando en Conesa el Torneo del Interior, por ahí al principio, cuando llegue allá, me recordaban un poco el gol en la final, pero después por suerte, tanto los jugadores como la gente del pueblo me reconocieron haber defendido la camiseta. Hasta me hicieron una bandera y eso me enorgullece, ya que fui a jugar nada mas, no se cobraba nada.
Hoy por suerte mi hermano se vino desde Tucumán y esta viviendo conmigo, ahora quiero cumplir el sueño de jugar, de compartir el vestuario con el. Debe ser algo muy lindo, yo veo que acá en Rojo juegan los hermanos Fornillo y me gustaría que se me de.
El grupo humano de Rojo, la verdad es que es muy bueno, siempre me apoyaron. Yo soy una persona que siempre tenía algo: dolor de panza, de cabeza, cualquier cosa y hablando con Néstor Octaviano siempre me decía: "Basta de eso, todos los problemas los tenés en la cabeza, son nervios". Eso es verdad.
Este año estuve en jugando en Conesa el Torneo del Interior, por ahí al principio, cuando llegue allá, me recordaban un poco el gol en la final, pero después por suerte, tanto los jugadores como la gente del pueblo me reconocieron haber defendido la camiseta. Hasta me hicieron una bandera y eso me enorgullece, ya que fui a jugar nada mas, no se cobraba nada.
Hoy por suerte mi hermano se vino desde Tucumán y esta viviendo conmigo, ahora quiero cumplir el sueño de jugar, de compartir el vestuario con el. Debe ser algo muy lindo, yo veo que acá en Rojo juegan los hermanos Fornillo y me gustaría que se me de.
El grupo humano de Rojo, la verdad es que es muy bueno, siempre me apoyaron. Yo soy una persona que siempre tenía algo: dolor de panza, de cabeza, cualquier cosa y hablando con Néstor Octaviano siempre me decía: "Basta de eso, todos los problemas los tenés en la cabeza, son nervios". Eso es verdad.
Familia
A tantos kilómetros de distancia, la familia es lo que mas se extraña. Día a día es un nudo que se te hace en la garganta por no tener cerca a tu vieja, tu viejo, además tengo a mi abuela que está enferma y yo a pesar de estar lejos, soy una partecita mas de ellos. Soy muy mamero, siempre estoy llamando para ver como están (mi jefe me tiene cortito por las cuentas de teléfono que llegan). Antes de entrar a la cancha le pido a dios poder meter un gol y dedicárselos a la distancia. Jugando al fútbol quiero poder ayudar económicamente a la familia, de alguna forma devolverles algo de lo que ellos me dieron.
A tantos kilómetros de distancia, la familia es lo que mas se extraña. Día a día es un nudo que se te hace en la garganta por no tener cerca a tu vieja, tu viejo, además tengo a mi abuela que está enferma y yo a pesar de estar lejos, soy una partecita mas de ellos. Soy muy mamero, siempre estoy llamando para ver como están (mi jefe me tiene cortito por las cuentas de teléfono que llegan). Antes de entrar a la cancha le pido a dios poder meter un gol y dedicárselos a la distancia. Jugando al fútbol quiero poder ayudar económicamente a la familia, de alguna forma devolverles algo de lo que ellos me dieron.
Sueño en el fútbol
Quiero jugar en San Martín, ese el sueño. Con la Ciudadela llena de gente, toda mi familia es fanática del Santo y me encantaría poder jugar ahí. Mas ahora que esta en primera.
Quiero jugar en San Martín, ese el sueño. Con la Ciudadela llena de gente, toda mi familia es fanática del Santo y me encantaría poder jugar ahí. Mas ahora que esta en primera.
3 comentarios:
TUCU QUERIDO. se lo que sentis por tu gran pasión que es jugar al futbol y tb se todo el esfuerzo que hiciste y que estas haciendo para llevarlo adelante. por tus caracteristicas tendrias que estar jugando en otra categoría del Futbol Argentino, pero por desgracia, a parte de las virtudes de uno, juega mucho el tema de la suerte, y esta no te acompaño (por la lesión en Chaca), pero saliste adelante y estas nuevamente de 10 y para probar suerte en un club grande.
Tucu, a parte de ser un gran jugador, con presencia,marca, llegada, potencia, sos una gran persona, de gran corazón, siempre dispuesto a ayudar, es por eso que tenes miles de amigos. El unico defecto es que tenes que aprender a jugar a la play... jaujaau ahi si te tengo d ehijito.. jujau. MUCHA SUERTE EN TODO AMIGO, TE DESEO LO MEJOR DE CORAZON.
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